La constante fuga de jóvenes talentos de los clubes canarios a otros de la península con mayores medios y organización hizo que a finales de los años cuarenta la situación del fútbol canario se viese muy mermada. Entre sus logros, destaca un subcampeonato de Primera División en la temporada 1968-69 y otro en la Copa del Rey, tras perder en la final por 3-1 frente al F. C. Barcelona, en su 74.ª edición.