Se trata de uno de esos atletas cuya presencia en Juegos Olímpicos arremolinaba alrededor de la televisión a gente que no suele seguir la gimnasia. Y, como en toda transacción, hay que sumar el 21% de IVA, lo que termina redondeando el precio de las camisetas de fútbol sobre los 90 euros. Si Italia dejara de ser la azzurra, se perdería parte de la historia del fútbol.